
Se trata de un DC9-15, con matrícula de EEUU N900S, que de acuerdo con los datos recabados por el periodista Daniel Hopsicker, quien se ha dedicado a investigar los nexos de la inteligencia estadounidense con el narcotráfico, no puede sino ser de la CIA.
El avión arribó a Maiquetía el 5 de abril de 2006, según los testimonios ofrecidos por los funcionarios de la compañía de servicios aéreos que lo recibió, registrados por el juzgado tercero del estado Vargas que tuvo a cargo la investigación en Venezuela.
Los gastos fueron pagados por el piloto Carmelo Vásquez Guerra y la facturación fue hecha a nombre de la compañía Royal Sons Inc., domiciliada en Clearwater, estado de Florida, y propietaria de la aeronave según el registro de la FAA (autoridad federal de aviación).
Royal Sons está dirigida Frederic J. Geffon, y fue la persona que contrató al piloto venezolano Alberto Damiani para traer la aeronave desde St. Petersburg a Maiquetía y entregarla a Vásquez Guerra, según su testimonio ante el Cicpc.
Entre los datos que destaca Hopsicker para vincular el DC9 con la CIA están los nexos públicos de Brent Kovar con importantes líderes del Partido Republicano, incluyendo el senador Tom Maley y el gobernador del estado de Florida, Jeb Bush.
Kovar encabeza un conglomerado de compañías denominadas Sky Way Comunications Holding, de la cual fue accionista fundamental Geffon. Entre esas compañías figura Sky Way Aircraft, cuyo nombre fue estampado en el DC9 imitando el emblema de los aviones del gobierno de EEUU.
En 2005 Kovar solicitó la bancarrota de Sky Way Comunications Holding y Geffon se adelantó a llegar a un acuerdo como supuesto acreedor que le permitió quedarse con tres aeronaves, incluido el DC9.
Esta acción fue objetada por otros acreedores, quienes obtuvieron una orden para evitar que Geffon pudiera vender o exportar las aeronaves. Pese a ello logró sin problemas toda la documentación para que el 5 de abril de 2006 el avión pudiera volar a Venezuela. Y además que su acción no fuera investigada o sancionada por las autoridades.
Y, aún peor, ni siquiera se ha investigado el hecho de que su avión hubiera sido capturado con droga valorada en más de 100 millones de dólares en el país vecino.
Pero, como si no fuera suficiente, Geffon logró que el registro de la FAA asentara un traspaso del “Cocaine One” a un comprador desconocido de Venezuela, hecho que se realizó el 13 de abril de 2006, es decir tres días después de su incautación en Campeche.
El hecho de que el vuelo de regreso tuviera origen en Venezuela fue utilizado para atacar el gobierno de Hugo Chávez y pretender conectarlo con el narcotráfico.
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